Andrea Osuna é designer gráfica, fotógrafa e artista visual. Graduou-se em Design Gráfico pela Universidad de San Carlos de Guatemala (2012)e também obteve diploma em Fotografia e Gestão de Projetos na escola de fotografia Fototeca (2014) e a partir deste ano começa a criar obras, utilizando principalmente a técnica da fotografia e experimentando com vídeo e performance.

Osuna toma a arte como possibilidade de questionar e encontrar sua própria identidade. A artista trabalha com objetos e elementos de seu cotidiano e universo familiar para expandir a compreensão sobre memórias e conceitos. Na série A falácia do equilíbrio (2020) propõe a analogia entre posturas de yoga, o balanço da vida e objetos cotidianos frágeis. Em um segundo momento, investiga o corpo na natureza, tomando também uma foto de um quebra-cabeças espelhado com reflexos do céu, de forma que o objeto se vê como corpo em equilíbrio e vice-versa.

Já em Tula (2018) trabalha sobre o que é custoso identificar no lado emocional familiar. Convida a sua avó paterna para explorarem juntas receitas de pratos tradicionais guatemaltecos, uma forma de aproximar-se sem ter que falar de feridas comuns. As bases de textura e cor das imagens fazem com que vida e comida se confundam. Além disso, há um lado misterioso e confidencial de Tula, que fala de ideais de independência e conselhos de vida.

Na obra Aditivos (2016), a artista trabalha os conceitos de mudança e transformação que trazem os fins de relacionamentos. O látex como material sugere uma camada de pele que, embora fina, não é estritamente superficial, pois dói tirá-la junto aos pêlos corporais e limpá-lo todo; agrega outras camadas que se somam.

Grace upon grace (2017) é uma obra de longa duração em que todos os dias no mesmo horário (11:11), durante un ano, a artista saca uma foto do céu. O resultado é um vídeo de 39 segundos e fotografias dispostas que sugerem como a vida é totalmente fugaz se a contarmos racionalmente, como o tempo nos escapa das mãos.

Em Espasmos de solidão (2014) Osuna explora as mudanças abruptas da vida, golpes seguidos de recomposturas, que se vivenciam e superam sozinha. Com uma coroa de madeira, materializa ideias que rondam a cabeça, perguntas que apertam e doem, mas que são também o que traz possibilidade de resiliência.

Participou de exposições coletivas como Guatephoto (2015), Galería Abierta (2016, 2017,2020), tendo sido premiada em primeiro lugar em 2016 e em segundo em 2017 e 2020.

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Andrea Osuna es diseñadora gráfica, fotógrafa y artista visual. Se graduó de Licenciada en Diseño Gráfico de la Universidad de San Carlos de Guatemala (2012) y también estudió el Diplomado en Fotografía y Gestión de Proyectos en la escuela de fotografía Fototeca (2014) y a partir de ese año empezó a crear obras utilizando principalmente la técnica de la fotografía y haciendo experimentación con el video y performance.

Osuna toma el arte como posibilidad de cuestionar y encontrar su propia identidad. La artista trabaja con objetos y elementos de su propia cotidianidad y de su universo familiar para expandir la comprensión sobre memorias y conceptos. En la serie La falacia del equilibrio (2020) propone la analogía entre poses de yoga, el balance de la vida y objetos cotidianos frágiles. Y en un segundo momento, investiga el cuerpo en la naturaleza, tomando también una fotografía de un rompecabezas espejado con el reflejo del cielo, así que el objeto se ve como cuerpo que tiene equilibrio y viceversa.

Ya en Tula (2018) trabaja tras lo que cuesta identificar con el lado emocional familiar. Invita a su abuela paterna hacia la exploración de recetas de comida tradicional guatemalteca, una manera de aproximarse sin tener que hablar de las heridas comunes. Las bases de textura y color de los imagénes hacen que vida y comida se confundan. Hay, además, un lado misterioso y confidencial de Tula, que habla de ideales de independencia y consejos de vida.

En la obra Aditivos (2016), la artista trabaja los conceptos de cambio y modificación que traen los fines de relaciones. El látex como material sugiere una camada de piel que aunque sea fina, no es estrictamente superficial, pues duele quitarselo junto a vellos corporales y limpiarlo todo; agrega otras camadas que se van sumando.

Grace upon grace (2017) es una obra de larga duración en la que todos los días a la misma hora (11:11), por un año completo, la artista saca una foto del cielo. El resultado es un video de 39 segundos y fotografías dispuestas que sugieren cómo la vida es totalmente fugaz si la contamos racionalmente, como el tiempo se nos escapa de las manos.

En Espasmos de soledad (2014) Osuna explora los cambios fuertes en la vida; golpes seguidos de recomposturas, que se viven y superan solos. Con el uso de una corona de madera, materializa ideas que rondan la cabeza, preguntas que aprietan y duelen, pero son también lo que traen la posibilidad de resiliencia.

Ha participado en exposiciones colectivas como Guatephoto (2015), Galería Abierta (2016, 2017,2020), habiendo sido premiada en primer lugar en 2016 y en segundo el 2017 y 2020.